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La buena noticia: la seguridad aparenteà se puede evitar fácilmente mediante una planificación cuidadosa de la solución de seguridad adecuada a la situación concreta y el uso de un sistema anticaída profesional y certificado que resiste, en caso de un accidente, las fuerzas producidas por una caída.
Desgraciadamente, en la práctica se demuestra con frecuencia que las empresas dedicadas a la ejecución de trabajos de limpieza y de mantenimiento en áreas con riesgo de caídas, por ejemplo en fachadas, ventanas, cubiertas, etc., no utilizan soluciones de seguridad profesionales y adaptadas de manera óptima entre ellas.
Esto puede tener consecuencias nefastas, porque en esta situación, todos los implicados, tanto la empresa como los trabajadores, se sienten seguros aunque, a menudo, no lo estén realmente. Este fenómeno se denomina como seguridad aparente, ¡y esta representa un riesgo absolutamente innecesario!
Pero no solo el uso de sistemas anticaída provisionales o sin certificación causa problemas en este ámbito; también pertenece a la categoría de la seguridad aparente la aplicación incorrecta o inadecuada, resultante de la ignorancia de los trabajadores, de una solución de seguridad que, en principio, sería óptima.
La seguridad aparente como factor de riesgo
Los sistemas de seguridad que no estén adaptados de manera óptima a la situación de trabajo concreta o que se hayan combinado arbitrariamente en los ámbitos de aplicación más diversos (p. ej., fachadas, cubiertas, ventanas o en el ámbito industrial) son traicioneros.
Porque, a menudo, solo se demuestra en caso de un accidente si las medidas de protección son realmente suficientes. Entonces, un pequeño descuido del trabajador en cuestión puede acabar rápidamente en una catástrofe, con consecuencias nefastas para la salud de los afectados y problemas para las empresas.
De este modo, el puesto de trabajo se convierte en una especie de ruleta rusa. Y esto realmente no necesita ser así. Para todas las áreas con riesgo de caídas que se convierten en puestos de trabajo al ejecutar tareas de mantenimiento y limpieza, por ejemplo, fachadas, ventanas o sistemas fotovoltaicos en el tejado, es imprescindible disponer de un concepto de seguridad profundo.
Porque en la gran mayoría de los casos, una caída causa graves lesiones y, a veces, incluso la muerte. Aparte de la tragedia humana, este escenario también puede acarrear graves consecuencias legales para la empresa.
Si se demuestra la existencia de negligencia, incluso se inicia un procedimiento penal. Además, las aseguradoras pueden congelar sus prestaciones, ya que, por parte de los propietarios, se ignoró o se consideró de manera insuficiente el aspecto de seguridad. Finalmente, el trabajador accidentado también estará de baja durante un largo tiempo.
La solución: un sistema anticaída profesional y certificado
Un sistema anticaída sólido que fue definido en el marco de un concepto de seguridad integral puede evitar, en todo caso, accidentes con heridos de gravedad. Porque en este caso, toda la solución de seguridad ha sido comprobada previamente para determinar su capacidad de carga y adaptada de forma óptima a la situación concreta en el lugar.
Una vez que todos los trabajadores que se muevan en la zona de peligro hayan recibido una sólida formación y apliquen adecuadamente todas las medidas de protección, ya no puede surgir una seguridad aparente en este ámbito. Por este motivo, INNOTECH ofrece un programa de formación completo.
En estos cursos se enseñan detalladamente todas las operaciones necesarias y se comentan también los aspectos legales.
Al inicio se encuentra la planificación: el fin de la seguridad aparente
Para que las citadas soluciones profesionales y certificadas puedan desplegar su pleno efecto de protección y acabar así con el fenómeno de seguridad aparente, se requiere una planificación exhaustiva. Además, se deben analizar todos los parámetros relevantes para poder determinar después qué sistema anticaída es el más adecuado para cada caso.
Este análisis no solo abarca el estudio de la base; además, se deben incluir las condiciones meteorológicas en el lugar y, por ejemplo, la pendiente de los tejados. Asimismo, todos los componentes del sistema anticaída deben ser montados correcta y adecuadamente y estar documentados de manera exhaustiva por profesionales.
Esto se requiere, sobre todo, para las revisiones anuales obligatorias del sistema anticaída y los eventuales trabajos de servicio técnico y de reparación.
La planificación debe comprender también la secuencia exacta de todas las medidas de salvamento en caso de accidente para que las personas accidentadas reciban atención médica con la máxima rapidez y no sufran ningún trauma de suspensión, es decir, la interrupción de la circulación sanguínea.
No lo olvide: ¡la seguridad aparente no es una bagatela!
En caso de un accidente, las consecuencias pueden ser enormes para todos los implicados. Porque, además de las graves lesiones o incluso las muertes que conllevan mucho dolor y sufrimiento para los afectados y sus familiares, las consecuencias de un accidente que hubiera sido evitable también pueden ser considerables para las empresas:
- la baja del trabajador herido
- costes elevados causados por la parada de las máquinas o el bloqueo de obras, etc.
- consecuencias legales en caso de negligencia
- una imagen negativa como empresa que hace poco por la seguridad de sus trabajadores
Por lo tanto, apueste por lo seguro y acabe con la seguridad aparente.
